A diferencia de los lentes oftálmicos, los lentes de contacto están en permanente interacción con estructuras del ojo como la córnea, la conjuntiva y los parpados, por esta razón la valoración clínica para la adaptación de lentes de contacto requiere procedimientos adicionales a los que se realizan en una consulta de rutina.
La primera parte de la consulta consiste en indagar y registrar toda aquella información pertinente sobre las enfermedades generales o enfermedades de los ojos que el paciente haya sufrido anteriormente, si consume medicamentos o se encuentra en algún tratamiento médico especial; También es importante para la adaptación de lentes de contacto tener en cuenta todas las actividades que la persona realiza en su rutina diaria, ya sea en el trabajo, en su tiempo libre, si practica algún deporte, si tiene hobbies o aficiones.
A continuación, se procede a realizar la medición de la agudeza visual (capacidad del ojo para identificar letras, números, símbolos o figuras tanto de lejos como de cerca).
Toma de Agudeza Visual
Luego se realiza el examen refractivo mediante el cual, se determina la graduación óptica que el ojo requiere para obtener la mejor visión tanto de lejos como de cerca. Es importante mencionar que la corrección en lentes de contacto no siempre será igual a la corrección en lentes oftálmicos (gafas).
Se procede con la exploración de las estructuras externas del ojo como: Parpados, pestañas, carúncula, canto externo, canto interno, punto lagrimal, cornea, esclera, conjuntiva, iris y pupila. Los candidatos a usar lentes de contacto deben contar con una buena salud de la superficie ocular, cualquier alteración preexistente debe ser tratada antes de colocar el lente.
La película lagrimal tiene funciones importantes: aporta nutrientes, oxígeno y electrolitos a la superficie del ojo, ayuda a limpiar y eliminar partículas de polvo y detritus contaminantes del medio ambiente, mantiene la lubricación evitando fricción mecánica entre el párpado y la córnea, conserva la humectación, proporciona una superficie lisa y regular importante para la formación de una imagen clara y además protege al ojo de infecciones.
Dado que la película lagrimal juega un papel fundamental en la interacción entre el lente de contacto y el ojo, en el examen clínico se dedica una sección especial a la realización de diferentes pruebas que identifican el estado de la cantidad y calidad de la lagrima, algunos de los más conocidos son: el test de Schirmer con anestesia y sin anestesia, el tiempo de ruptura de la película lagrimal invasivo y no invasivo, la tinción conjuntival y la medición de la altura del menisco lagrimal.
El siguiente paso consiste en calcular o elegir los principales parámetros del lente, la curva base por ejemplo se determina usando como referencia la curvatura de la córnea, el poder se calcula de acuerdo a la graduación necesaria para corregir el defecto visual, el diámetro del iris visible se toma en cuenta a la hora de elegir el diámetro del lente y el material depende del tipo de lente que se vaya a adaptar, los lentes rígidos son elaborados con polímeros termoplásticos y los lentes blandos con hidrogel o la combinación de hidrogel y silicona.
Al finalizar la valoración clínica y determinar los parámetros del lente, se procede a colocar un lente de prueba dentro del ojo con el fin de evaluar el cubrimiento, el centrado, la posición, el movimiento al parpadear y en las diferentes posiciones de mirada. También se evalúa el poder refractivo con el lente y la agudeza visual determinando, si es necesaria alguna variación en la graduación final.