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Es importante realizar un examen visual por lo menos una vez al año, con el fin de prevenir y detectar alteraciones o enfermedades del ojo que pueden ocasionar mala visión.
Dentro de las más frecuentes se encuentran:
- Miopía, astigmatismo, hipermetropía, presbicia
- Ambliopía, estrabismo, problemas acomodativos
- Conjuntivitis, pterigio, pinguecula, orzuelo, ojo seco
- Catarata, retinopatía hipertensiva, retinopatía diabética
¿En qué consiste la consulta de optometría?
Inicialmente se registran los datos generales, se indaga sobre las enfermedades sistémicas, oculares, medicamentos en uso, alergias, y todo el historial médico tanto personal como familiar anterior a la consulta.
El primer examen que se realiza para determinar el funcionamiento de la capacidad visual es la Toma de agudeza visual, que consiste en pedirle al paciente que identifique letras, números o figuras a una distancia determinada de lejos y de cerca.
El resultado de la toma de agudeza visual se puede expresar en diferentes unidades de medida como, por ejemplo: 20/100 quiere decir que el paciente ve a 20 pies lo que debería ver a 100 pies, 6/30 quiere decir que ve a 6 metros lo que debería ver a 30 metros, en escala decimal 0,4 quiere decir que el paciente cuenta el 40% de la agudeza visual. El resultado de normalidad en las diferentes escalas corresponde a: 20/20 en pies, 6/6 en metros, 1,0 en escala decimal y 0,0 en escala logarítmica.
Otros componentes importantes de la capacidad visual son: la visión del color, la visión de profundidad, y la sensibilidad al contraste que pueden ser evaluados con pruebas especiales como el test de Ishihara y el test de estereopsis. La sensibilidad al contraste es la capacidad del ojo para diferenciar un objeto del fondo en el que se encuentra, mientras que la prueba de agudeza visual determina la cantidad de visión, la sensibilidad al contraste nos da información sobre la calidad de la visión.
El examen del estado refractivo del ojo mide los cambios de dirección de los rayos de luz que entran al ojo a través de la córnea pasando por la pupila, el humor acuoso, el cristalino y el humor vitreo para finalmente enfocar en la retina. Cuando los rayos de luz que entran al ojo no enfocan en la retina producen alteraciones del estado refractivo como la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo.
- Miopía: cuando los rayos de luz enfocan delante de la retina
- Hipermetropía: cuando los rayos de luz enfocan detrás de la retina
- Astigmatismo: cuando los rayos de luz enfocan en dos puntos diferentes de la retina
Los problemas de refracción ocular no son considerados enfermedades sino alteraciones del sistema visual denominadas defectos de refracción.
El estado refractivo del ojo se termina mediante la prueba de refracción objetiva (que se realiza de manera manual o por medio de equipos computarizados como el Auto refractómetro) y la prueba de refracción subjetiva que compara un lente con otro para determinar según la percepción del paciente la combinación de lentes que proporcionan la mejor agudeza visual.
Oftalmoscopia o examen del fondo del ojo, este examen consiste en la observación de las estructuras internas del ojo (el vitreo y la retina) es de gran importancia para detectar oportunamente alteraciones como la retinopatía hipertensiva, retinopatía diabética, glaucoma, degeneración macular, problemas el nervio óptico, hemorragias y quistes entre otros.